

Tengo una soledad tan concurrida Que puedo organizarla como una procesión Por colores, tamaños y promesas Por época, por tacto y por sabor Sin un temblor de más Me abrazo a tus ausencias Que asisten y me asisten Con mi rostro de vos Estoy lleno de sombras De noches y deseos De risas y de alguna maldición M.Benedetti.